El pasado fin de semana, Cruz Azul hizo ruido con la noticia de que el delantero Carlos Fierro llega a sus filas.
El suceso puede abordarse a partir de dos aristas: primero, la tendencia de Chivas de no saber aprovechar a sus elementos; segundo, la falta de respeto de Cruz Azul a su afición.
Una vez más el Club Deportivo Guadalajara hace gala de la sinrazón dejando ir a un delantero mexicano nacido en su cantera. Incapaz de sacarle brillo, van por la fácil deshaciéndole de él cual cubierto desechable.
Pero aquí hay un interesante matiz: el motivo de su partida se debe a que Chivas no quiso aumentarle el salario, cosa que sí accedió Cruz Azul.

¿Por qué se deshizo Chivas de él?

Haber dejado a Carlos Fierro en el cuadro significaba tener un elemento insatisfecho; si de por sí es intermitente, su rendimiento iba ser mucho peor con un berrinche encima.
Dice Manuel Lapuente que es una estupidez pagarle a un delantero por goles anotados, quien haya jugado fútbol podrá entenderlo; pero si el individuo no mete goles, ¿qué mejora salarial podría merecer?
¿Qué pasaba por la mente de Carlos Fierro que lo hacía pensar que merecía un aumento? El doncel apenas hizo cuatro goles en todo el 2017, ¿en verdad Chivas debía mejorar su salario?
Es completamente entendible que Chivas se haya negado; pero al momento de hacer el balance costo/beneficio, le va salir más caro perder a un hombre de delantera que el ajuste salarial.

¿Es la solución de Cruz Azul?

Esto me hace voltear a ver a Cruz Azul con extrañeza.  ¿Qué espera la Máquina de Carlos Fierro; en verdad creen que haga algo diferente de lo que hizo en Chivas?
Cruz Azul viene de ser eliminado no por América, sino por su asombrosa incapacidad de marcar goles; con ese antecedente, ¿traes a un delantero que no anota?
Recordemos lo que pasó con Marco Fabián, quien se vistió de celeste con la esperanza de marcar diferencia; sin embargo, el alma de las fiestas nocturnas no hizo nada del otro mundo.
¿Acaso basta con haber vestido la playera de Chivas para que en Cruz Azul los tengan en una estima más alta? En verdad espero que no.

¿Qué posibilidades tiene de triunfar con la máquina?

Este redactor desea, con ahínco, que Carlos Fierro sea la solución de Cruz Azul y meta una increíble cantidad de goles sólo para que arda la ira de Jorge Vergara por haberlo dejado ir, nada más.
Un punto a su favor son los casos de jugadores que al haberse quitado de encima la playera de Chivas han logrado grandes éxitos, concretamente Víctor Guzmán; él es el ejemplo ideal que hoy en día sigue taladrando al Rebaño Sagrado; o el mismo Alfredo Talavera, quien una vez escupido por el Rebaño logró llegar a Selección Nacional.
No obstante, de Carlos Fierro no se aprecia un horizonte luminoso, lo más seguro es que siga en la medianía futbolística de todos los delanteros mexicanos de la liga.
Tal vez el factor Caixinha le permita sacar el poder interior que nunca logró mostrar en Chivas; esa incógnita es lo único que le da esperanzas a Cruz Azul de haber hecho una gran contratación.
Por su parte, Chivas sigue demostrando que está confiado y que no aprendió absolutamente nada del fracaso ocurrido en el Apertura 2017.
Lo que menos necesitaba era deshacerse de jugadores y ahora ya se fueron dos: Carlos Fierro y José Juan Vázquez. ¿Necesitan estar al borde del descenso para entender que necesitan una plantilla vasta? Los hechos dicen que sí.
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