Golden State le pasó por arriba a los Cavaliers de Cleveland el viernes por la noche y les ganó la serie 4-0 para obtener su tercer anillo de campeón en cuatro temporadas, una dinastía es la que han armado en la Bahía. La serie pudo ser más cerrada de lo que se ve si hubieran ganado el primer partido los Cavs en Oracle Arena. Pero ese error de concentración por parte de J.R Smith quedará en la memoria de todos los amantes al basquetbol y de los que estaban viendo el partido.

Este fue su sexto título, empataron a los Bulls y se separaron un poco de los Spurs que tienen 5. Veamos estas tres razones por las que los Warriors vencieron a los Cavs y se consolidaron como un equipo de época.

Curry le puso ritmo a la serie desde el principio.

No se entiende como no ganó su primer MVP en las Finales, pero no me cabe duda de que Steph fue el mejor jugador de los Warriors y la principal razón por la que obtuvieron el título. Durant no pasó de los 26 puntos los 2 primeros partidos, fueron él y Thompson los que sacaron la cara en momentos importantes para el equipo y no dejaron tener a los Cavs alguna esperanza.

Lo suyo, sobre todo en el segundo partido, fue impresionante. Encestó 9 triples para imponer una marca en Finales y acabó con 33 puntos. No conforme con eso, anotó 37 en el cuarto de la serie para terminar de acabar a los Cavs.

Castigado tal vez por el tercer partido donde apenas hizo 11 puntos, Curry sigue sin ganar el MVP pero los Warriors siguen jugando a su ritmo, la principal figura a lo largo de estos 4 años.

Kerr le ganó la partida a Lue.

De Steve Kerr se habla poco, mucho tiene que ver el roster tan completo que tiene, pero él ha demostrado a lo largo de estos 4 años que los puede controlar. Sobre todo optimizó un estilo que cambió la forma de jugar en la NBA. Normal que tenga toda esa sabiduría pues fue dirigido por los que tal vez sean los más grandes coaches de la historia como Phil Jackson y Gregg Popovich.

Les ha dejado ser libres a unos jugadores que se sienten respetados por su coach, no es el típico autoritario, los deja ser, los deja mandar, como sucedió en un partido esta temporada donde dejó que ellos mandaran las jugadas en el medio de un partido, controlar a tantas super estrellas no es fácil, Kerr lo ha hecho ver así.

JaVale McGee tuvo minutos importantes en la serie y su defensa fue fundamental para que los Warriors no le dejarán espacio e incomodar a los tiradores de los Cavs, un movimiento que pocos veían venir.

Del otro lado Lue no tuvo su mejor serie. Dejó mucho tiempo a hombres como J.R Smith cuando estaba claro que su lugar debía ser ocupado por otro. Tampoco pidió el tiempo fuera en esa polémica jugada de Smith. A pesar de ya tener un titulo, da la impresión de que la oportunidad de dirigir a un equipo contendiente le llegó muy pronto, el roster tampoco le ayudó mucho y desnudó todas sus carencias.

No hay egos en el equipo.

Y esto podría aplicar no solo para esta serie, si no para todos estos títulos que han ganado. Parece ser que la única condición para jugar en este equipo es no estar por arriba del mismo. Hasta alguien como Nick Young, que venía de tiempos polémicos en los Lakers, se supo adaptar. El inicio de la serie fue para Steph, ante los Rockets cuando las papas quemaban fue Klay quien agarró la responsabilidad.

Y en el partido 3 fue Durant quien dijo este es mi momento y anotó 43 puntos con Curry y Thompson fríos. No importa quien luzca, lo fundamental es seguir ganando y hacer historia como está pasando. Es un equipo en toda la extensión en la palabra, la convivencia es más llevadera a pesar de tantos super estrellas, los resultados están a la vista.