Ante un tema gastado y ya del cual queda muy poco de que hablar esta vez queda citar todo lo que están a punto de leer, pues fue un verano desastroso que terminó con una de las mayores vergüenzas del fútbol mundial, con un ridículo futbolístico y con un entrenador que se ha perdido en su misma falta de serenidad para afrontar diversas situaciones respecto a su trabajo. Un proceso que por desgracia se tambalea muy rápido y que el cual parece no va a caminar más.

¿Debe renunciar el Piojo?