Esta semana se dio a conocer la noticia de que Wrestlemania 35 será coronado por un combate femenil por primera vez en la historia de este magno evento luchístico.

El Campeonato Femenil de RAW será disputado en una triple amenaza entre Ronda Rousey, Charlotte Flair y Becky Lynch. ¿Cómo es que se llegó a esto; es una buena decisión la que toman? Analicemos.

¿Cómo inició toda la historia?

Contrario a lo que sucede con el Campeonato Universal de WWE, el Campeonato Femenil de RAW tiene una historia que empezó a tejerse desde hace hace más de medio año, en SummerSlam.

En aquella noche vimos cómo Becky Lynch empezó a gestarse como la gran favorita del público después de perder una triple amenaza contra Carmella y Charlotte Flair, llevándose esta última los abucheos.

No fue sino hasta Hell in a Cell que Bekcy Lynch logró conseguir el campeonato, consolidando su figura de la estrella amazónica más importante de todo WWE, a tal punto que la colocaron en la mira para ganar el Royal Rumble.

Contrario al pronóstico, la batalla real femenil fue mucho más interesante y entretenida que la batalla varonil pues, aunque Charlotte Flair pintaba como la máxima favorita, los escritores dieron un espléndido giro de tuerca con la victoria de “The Man” (qué apodo tan horroroso, por cierto).

Eso permitió transferir a Becky Lynch hacia la lona de RAW y enfrentarla contra la invicta Ronda Rousey. Un movimiento natural tomando en cuenta que son las dos damas más dominantes de la actual plantilla.

Una buena historia, pero con algunos detalles

Ésta es una de las mejores historias que WWE ha contado en mucho tiempo. No podemos considerarla una rivalidad porque no enfrenta a dos protagonistas antagónicas; desarrolla a tres personajes cuyas circunstancias las han puesto en un punto de conflicto compartido.

El único detalle que puede debilitar la fuerza potencial de toda la trama es la presencia de Charlotte Flair, pues aun sin ganar el Royal Rumble fue capaz de colarse a una lucha titular en Wrestlemania.

Sin embargo, es evidente que su participación tiene la función de absorber los abucheos que Ronda Rousey recibe; le cuesta mucho a la ex-UFC tomar el micrófono y dar buenas promos, la silbatina todavía la paraliza.

Aunque una triple amenaza se antoja menos atractiva que un combate mano a mano, es gracias a la presencia de una tercera que la tensión entre las participantes se mantiene al máximo, lo que no ocurriría si dejaran a Ronda Rousey sola contra Becky Lynch; la ex-UFC se hundiría por completo.

Ya habíamos anticipado la inminencia de un evento magno protagonizado por féminas; el Consejo Mundial de Lucha Libre tuvo la inmejorable oportunidad de echar andar la rueda de la historia en el 84 Aniversario; pero, fiel a su estilo, optó por enquistarse en su arcaísmo.

Ante un Brock Lesnar completamente desinflado y la prolongada incapacidad de todo el equipo creativo de generar historias interesantes, WWE se sacó la lotería al tener el ángulo de Becky Lynch, Charlotte Flair y Ronda Rousey, pues de no ser por ellas estaríamos en el Wrestlemania más flojo del que se tenga memoria.

Por lo anterior, Wrestlemania 35 sí debe ser estelarizado por las tres gladiadoras; hará de esta edición un evento histórico, no sólo por la inverosímil novedad de tener a tres mujeres encabezando un Wrestlemania sino también porque la calidad de este ángulo lo justifica por completo.