Inglaterra fracasa de nuevo
La misma historia de cada dos años, Inglaterra promete y a la hora de la verdad se termina ahogando en su propia sangre. Con Roy Hodgson intentaron modificar ciertos cánones en el estilo de juego, priorizando el buen trato del balón e intentando entender el juego de forma distinta a como nos tenían acostumbrados los futbolistas de «los tres leones», el principal problema, según mi punto de vista, es que el plantel actual no da para jugar así, lo habría entendido cuando tenías apellidos como Beckham, Lampard o Gerard, con otras condiciones futbolísticas, pero en ese tiempo se desperdiciaban a causa del «estilo inglés».
Tras quedar fuera con Islandia, Hodgson presentó su renuncia, al haber fracasado para lo que se le trajo, revolucionar a una Selección acostumbrada históricamente a quedarse en la raya, tal parece que la historia es más poderosa y terminan ganándole al empeño y trabajo duro.
Ahora, la labor para conseguir un reemplazo luce titánica, algunos ya han candidateado a Jürgen Klinsmann, pero se antoja difícil que éste deje su puesto por voluntad propia, al menos de aquí al 2018. Otro candidato que suena es Arsene Wenger del Arsenal, pero hay dos inconvenientes, el primero, que tiene contrato hasta finales de la temporada 2017 y segundo, que tiene un enorme estigma de no ser un Técnico ganador, sino un formador de jugadores, ¿qué no se le culpa a Inglaterra de eso mismo, de no ganar a la hora buena? La realidad es que son pocos aquellos que quieran dirigir la Selección, a diferencia de otros países, en Inglaterra se desdeña al combinado nacional, a sabiendas de que sus clubes son más exitosos en todos los sentidos, por lo tanto, el futuro es más turbio que nunca.