Hay tres cosas urgentes de desahogar y dejar claro.
Uno. El no haber marcado la interferencia en New Orleans, fue uno de los errores arbitrales más grandes en la historia de la NFL.
Dos. Quererse ver inteligente, “profundizando” que los Saints no perdieron por dicho error sino por las múltiples oportunidades que dejaron ir durante todo el juego, es patético y erróneo. Los Rams también dejaron ir múltiples oportunidades, ¿y? Esta es la mejor liga del mundo. La mayoría de los juegos se definen por una jugada.
Tres. No podemos hacer nada al respecto.
Sin embargo, hay una cuarta que posiblemente sea digan de analizar. Solamente si consideramos al football como un gran maestro de vida.
Iniciemos con la conferencia de prensa de Sean Payton después del juego.

Del primer minuto, estas fueron las expresiones del Head Coach. 

  • “Forma muy decepcionante de perder un juego…”
  • “Se equivocaron espectacularmente…”
  • “Crédito a los Rams…pero no haber marcado un castigo de ese tipo…”
  • “Fue un gran juego peleado fuertemente…pero…”

Del segundo:

  • “Me dijeron que se habían equivocado…” (en su llamada con la NFL)
  • “Sé que es difícil para los oficiales, pero no creo haber visto un error mas obvio…”
  • “Cuando sean las juntas anuales, lo discutiremos…”

Del tercero:

  • “Lo que no entiendo es, si estuviéramos jugando en la calle… ¿cómo dos oficiales llegaron a esa conclusión?”

Finalmente, la parte mas preocupante, terminando el cuarto:

  • “Probablemente nunca superaremos este juego…”

Superficialmente, es fácil y, desgraciadamente normal, ver estas palabras como simple enojo, reacción inmediata, y comportamiento natural de un ser humano ante una injusticia.
Pero ¿por qué no en vez de aceptar simplemente estas reacciones, nos preguntamos algo más complicado y le exigimos trabajar a nuestro cerebro?
En otras palabras, ¿por qué no mejor nos preguntamos que es lo más difícil de hacer en estas situaciones? Por supuesto, recordando que lo mas difícil, en la gran mayoría de las cosas que trascienden en la vida, es sinónimo de lo mejor.
¿Alguno de nosotros iba a dudar que fue un error colosal el de los árbitros si Sean Payton no decía nada al respecto? ¿Alguien iba a pensar que no fue injusto el resultado si el Head Coach hubiera solamente resaltado los errores que cometió en el manejo del juego (los cuales fueron muchos) en lugar de quejarse amargamente de la liga?
No. El resultado, el hecho y lo desafortunado de la situación no cambia.

El desahogo es totalmente inútil.

¿Por qué nos es tan difícil de ver esto?
¿Por qué nos es tan difícil de resistir a “desahogos” emocionales tan vacíos como este?
¿Por qué no podemos resistir el criticar a la gorda que “se le ve pésimo” el vestido en una boda aun sabiendo que el criticar no tiene ninguna otra función mas que el eventualmente hacernos daño a nosotros mismos?
Desgraciadamente, la respuesta no es tan simple.
Quizá este pensamiento, nos ayude:
 “Existen dos juegos en la vida. Finitos e Infinitos. Los juegos finitos se juegan con el objetivo de ganar, los infinitos, se juegan por el único objetivo de seguir jugando…los jugadores de juegos infinitos consideran victorias y derrotas solamente como momentos dentro de una infinidad…” – James P. Carse, “Finite and Infinite Games”
Cuando vemos a New England, jugar en su octavo consecutivo AFC Championship, pelear por su sexto Super Bowl, y dominar una liga que esta diseñada específicamente para destruir reinados como éste, nos preguntamos: ¿cómo lo logran?
Cuando vemos a Brady, cumplir cuarenta y un años y seguir creando series ofensivas perfectas, mostrar la misma pasión que tenia en Michigan, y seguir preparándose como si fuera un quarterback de sexta ronda, nos preguntamos: ¿por qué nadie mas lo puede hacer?
La realidad, es que Tom Brady y los Patriots no juegan el mismo juego que los demás.
Sus objetivos son infinitos. No tienen nada que ver con una temporada, con un año.
Sus objetivos no persiguen un trofeo, persiguen una forma de vida…una filosofía.
Sean Payton, sabiendo que todos sus jugadores, especialmente Drew Brees de quien no sabemos su futuro en la liga, lo estarían escuchando, tuvo una oportunidad única de superar la tentación de desahogarse y enviar un mensaje contundente a su equipo. Algo que pudo haberse interpretado así:
“Vamos a regresar a demostrarle al mundo que merecemos estar aquí y que no hay nada que pueda tirarnos. Ni la liga, ni los árbitros.”
En no ser capaz de reconocer esta oportunidad, dejó ir un momento clave para el desarrollo y fortaleza de la mentalidad y filosofía de su equipo.

¿Exageramos?

Revisemos como responde a estas situaciones New England.
En octubre del 2013, en un juego que pareciera insignificante, los Patriots perdieron contra los Jets por un castigo jamás antes marcado por la liga.
Esta fue la reacción de Belichick a las preguntas de los reporteros al respecto:

  • “No hicimos lo suficiente como coaches…”
  • “Cometimos demasiados errores, tenemos que hacer mejor trabajo…”
  • “Nos marcaron por empujar…” (sobre el castigo)
  • “Si es castigo, entonces es legítimo…”
  • “……………” (sobre si el castigo tuvo que haberse marcado)

Si nos empeñamos en debatir, podemos argumentar que esta situación no es comparable a la de perder un NFC Championship. Sin embargo, solo falta analizar CUALQUIER conferencia de prensa, incluyendo esta después de haber perdido el Super Bowl pasado, para encontrar las mismas respuestas por parte de Belichick…una y otra vez.
La filosofía en equipos y organizaciones como New England esta basada en una total asunción. No hay un solo juego que se pierda por cuestiones externas, todos son culpa de ellos. Sea o no verdad, eso es lo que creen y, evidentemente, eso es lo único que importa.

¿Por qué esto es tan importante?

Porque, aunque tomar una actitud así ante toda situación de la vida es mucho más difícil que buscar culpables, siempre es la mejor a futuro.
Asumir que una pérdida o fracaso tiene que ver más con nuestras faltas, nunca será lo mas amigable de pensar, ni lo mas popular, pero, nos guste o no, es la forma mas grande de crecer.
El tiempo destinado a desahogarnos en contra de los demás, es tiempo desperdiciado en encontrar nuestros errores. Los Grandes, simplemente escogen no desperdiciar un solo segundo.
Sean, de haber mostrado total responsabilidad e ignorado la seductora tentación de desahogar la obviedad, hubiera aprovechado una oportunidad única para crecer.
De haber entendido, que el verdadero juego no se acaba con esta derrota, que Brees probablemente regresará un año mas y que su equipo es joven y altamente talentoso, hubiera motivado a una organización entera.
De haber entendido, que es en lo más difícil en donde encontramos los logros mas importantes de la vida, hubiera, tal vez, iniciado un juego mas grande…un juego infinito.