la foto 2-fixedEmpecemos por quien soy. Para efectos de esta crónica me llamo Cardelat, soy Mexicano y me considero sumamente afortunado por los siguientes puntos:

1. Tengo una familia extraordinaria y gozo de salud.
2. Estoy perdidamente enamorado del fútbol, y a partir de hoy y por los siguientes 15 días estoy en Brasil para la Copa del Mundo 2014 reportando para Gurús Deportivos.

Pues resulta que tengo boletos para los 3 partidos de México, y para el Uruguay vs Italia y el Japón vs Grecia. Y pensar que sin el gol de Graham Zusi nada de esto hubiera pasado, no por nada es figura de culto en nuestro país… en fin, gracias San Zusi.

La intención de esta columna es compartir con ustedes el ambiente y pormenores de las ciudades donde va a jugar México, el color de los partidos y otras reseñas desde el punto de vista de un aficionado como tú, amante del fútbol en el evento deportivo más seguido a nivel mundial. Esperamos poder transmitirles aunque sea un poco de la emoción que ya se palpa en estas tierras. Y sin más preámbulo, arrancamos…

Jueves 12 de junio.

la foto 1-fixedEn los vuelos para Brasil hay gente oriunda de toda la república, desde Tijuana hasta Tabasco, incluso paisanos que vienen «desde los united». También se ha visto en los aeropuertos un desfile de camisetas pamboleras como la de Japón, Uruguay, Costa Rica, Estados Unidos, Inglaterra y Francia, pero nadie supera en número (ni en ruido) a los Mexiannos. Estoy seguro que ya han leído que Brasil está invadido por nosotros, pero verlo en vivo es aún más impresionante. A ojo de buen cubero se ven 4 camisas de México por cada camisa de otro país, fuera de las verde amarelhas del anfitrión. Conclusión, somos muchos, pero muchos mexas en Brasil.

Después de varias horas de vuelo llegamos a Recife, la última parada antes de nuestro base para el mundial, Natal. El vuelo salió hasta la noche razón por la cual salí del aeropuerto para ver la partido inaugural. Terminé en un lugar llamado Restaurante Marinhus. Resulta que definitivamente era el único extranjero en el lugar. Una sola camisa verde con águila tricolor en el pecho naufragando en un océano amarillo con ribetes verdes. Pero lo más sorprendente es la diferencia entre aficiones de Brasil y México. La torcida Brasileira es tranquila, poco expresiva, y tremendamente exigentes con su selección. Brasil ligó una triple pared y no se escuchó ni un aplauso, mientras que nosotros ya hubiéramos gritado «olé!!». Están acostumbrados a ganar y no esperan nada menos que eso. Y a los pocos minutos la tranquilidad se convirtió en incredulidad con el autogol de Marcelo. 150 brasileños mudos, ni una sola palabra, es mas, ni una sola mentada de madre. Rarísimo. Fuera del guión. Silencio sepulcral.

El resto de la historia ya la sabemos todos dos goles de Neymar (uno proveniente de un penal fantasma, el primer fallo localista) y un chispazo de Oscar dieron 3 puntos a los locales. Se ganó y nada más, pero de fiesta, pues nada. Conclusión, buen ambiente en Recife, pero la verdad quedó a deber, lo bueno es que para ambiente nos pintamos solos los aztecas y el viernes será otra historia en la Arena das Dunas de Natal.

Mientras me despido para recargar pilas del largo viaje, con la esperanza de que el «Canta y no llores» se lo cantemos a los Cameruneses más como un bálsamo burlón a su dolor, y no como un esperanzado grito de guerra y apoyo de las masas tenochcas.

Nos leemos en breve.