A favor
El aspecto deportivo sí mejora, a pesar de que muchos no lo quieren ver, si bien para los «acostumbrados» a estar en fases finales, el hecho de aumentar el cupo resulta más partidos, según ellos innecesarios, para los de abajo es un apretón de manos para que aumenten su nivel. Como ejemplo, podríamos poner el caso de Australia, quien difícilmente veíamos en Mundiales a causa del poco roce internacional que tenía por su zona geográfica, hoy, participando en Asia, ha aumentado su nivel y se ha visto exigido, si bien no podemos reacomodar a todos en una mejor Confederación, el hecho de que más conjuntos se vuelvan asiduos participantes de esta fiesta favorecerá su roce internacional y tal vez, en unos años, las distancias se acorten más y cada vez se den más sorpresas en etapas tempranas. En cuanto al formato, se reduce de 3 partidos a 2 por equipo en la fase de grupos, etapa que por mucho tiempo ha sido criticada al ser la más floja, sustituyendo ese juego, por un duelo de 16vos de final a eliminación directa, el cual, si bien es cierto, podría ser de mero trámite, igual deja espacio para alguna sorpresa.
Quienes han tenido la oportunidad de estar en una sede mundialista, conocen bien el sentimiento tan especial que se siente en dicho lugar, con la enorme variedad de culturas unidas por un balón, lo cual países que nunca han accedido a dicha instancia no pueden vivir, al menos, no de la misma intensidad si su representativo no está clasificado a dicha instancia. Por lo mismo, el hecho de que haya más cupos provocará una invasión multicultural en la sede organizadora, ampliando mucho más el horizonte y la unión entre naciones.
