Conclusión

20160609013445

Aquí lo interesante es ver a futuro, qué se va a hacer para que esto no se repita. El hecho de inventarse un himno, crear un protocolo previo a cada partido y estar cambiando de balón dependiendo la fase del torneo, no te vuelve un Liga de primer nivel y sofisticada como las que se quieren emular, sino que toca hacer cambios de fondo para evitar que ridiculeces como la que estamos viviendo sucedan, esto le quita credibilidad al torneo, ya que de entrada, se afecta a los equipos, no sólo en el ritmo e intensidad que traen de las semifinales, también en el descanso y preparación para el próximo torneo. La final se juega el 25 de diciembre y el Clausura 2017 arranca un par de semanas después, no me quiero ni imaginar el desgaste con el que llegarán los clubes finalistas a ese torneo y el nivel que nos van a demostrar en la siguiente campaña acarreando todo esto.

Ya es hora de que hagan algo, que por primera vez en mucho tiempo, decidan con la cabeza y no con la billetera, cordura y sensatez ante todo, el público mexicano se merece el mejor espectáculo posible y no este ridículo. Los torneos cortos ya no funcionan, la Copa debe ser una vez al año y dejarse de estar inventando fases de grupos que no levantan interés, si vamos a adoptar formatos de otras latitudes, hagámoslo bien y no tratando de tropicalizar, porque al final, todo termina siendo un circo mal montado.