MIKE MCCARTHY – Green Bay Packers.

Otro Mike, aunque aquí la situación es un poco más diferente. Con un anillo de Superbowl en su carrera como Head Coach con los Green Bay Packers, Mike McCarthy ya no tiene nada que probar. Pero, por otro lado, posee en Aaron Rodgers al discutiblemente mejor mariscal de campo en la actualidad. Y Rodgers no está solo, tiene un roster competitivo a su lado con todo y que flaquea en aspectos como la línea ofensiva y el juego terrestre. Es decir, tal vez no han hecho el mejor draft en años, pero es un equipo con pasta de campeón. Y esa es, irónicamente, la exigencia por la que McCarthy podría estar viviendo su última temporada en Wisconsin.

Perder 47-25 contra un equipo como Titans o dejar ir una ventaja de 17 puntos contra un rival como Chicago no habla bien de unos Packers que todos pensábamos eran contendientes para llegar al Super Bowl. Hasta antes de su victoria en Filadelfia en la Semana 12, Packers cargaba con 4 derrotas consecutivas y el chivo expiatorio en los medios era McCarthy, quien junto con el Coordinador Defensivo Dom Capers, estaba en el hot seat incluso más que el mismo Fisher o Rex Ryan. La racha de victorias a partir de entonces ha calmado las aguas, pero a pesar de ello, el boleto de Green Bay a playoffs ya no depende totalmente de ellos. Si equipos como Detroit, Tampa Bay o Washington no aflojan el paso, es casi imposible que Packers califique y con ello vendría nuevamente la conversación sobre McCarthy.

A mediados de Noviembre, justo en el punto más álgido de la crisis que atravesaba Green Bay, Rodgers salió en defensa de su Coach alegando lo “ridículos que le parecían los rumores sobre un posible despido”. Vaya, tal vez McCarthy aún no ha perdido al vestidor, como se rumoraba. Tal vez aún hay química. Pero si Packers no califica a postemporada, no sería nada extraño ver por ahí un par de cambios importantes. Mínimo con Capers y todo el aspecto defensivo.