Atlético de Madrid

imageHubo un tiempo en el que el Atlético era «El Pupas» de La Liga. Todo lo malo les pasaba a ellos. Las campañas publicitarias del club utilizaban el lema «¿Por qué somos del Atleti?. Y esa es la pregunta que se repetía en las calles. ¿Por qué apoyar a un equipo a la sombra de un vecino gigante? ¿Por qué creer en los que bajaron a segunda división? ¿Por qué volver a casa desilusionado partido tras partido, sin ver la luz al final del túnel? ¿Por qué ser del Atleti?
Nadie se hace ya esa pregunta. Porque este Atlético es un grande. No, es más que un grande. Este Atlético es un gigante. Un gigante capaz de mantener el pulso a dos equipos con un presupuesto mucho mayor. Un gigante que tiene esas ganas que le sobran a los otros dos líderes, un gigante que se deja el corazón en cada partido. El Atlético de Madrid no tiene más dinero, mejores jugadores, ni mejor forma de plantear los partidos que sus rivales. Pero tienen algo más. Tienen la fuerza del que lleva veinte años preparándose para ganar. El ansia del que sufre durante dos décadas jornada tras jornada. Tienen todos los sueños que se han acumulado durante tantos años. Tienen ese espíritu que solo los gigantes pueden tener.
Pero hay que ser realista. Físicamente los jugadores del Atleti no tienen la misma capacidad que los de Madrid o Barça. Además, los recambios están bastante por detrás del equipo titular. Y no se puede pelear por tres competiciones sin rotar plantilla. La semana pasada es el ejemplo que confirma que la fuerza y el coraje no son suficiente para ganarlo todo. El Atlético tiene que elegir, y dosificarse. Y eso supondrá derrotas duras.
Por ello, la clave para que el Atlético de Madrid gane la Liga está en que el club mantenga la actitud de lucha constante durante toda la temporada, y que además centren todos sus esfuerzos en una única competición. Es muy importante el trabajo psicológico del club. Si estos jugadores han logrado llegar hasta aquí, tienen que luchar por aguantar hasta el final. Tienen que hacerlo por esos niños que crecieron sin saber por qué son del Atleti.
El Atlético de Madrid debe hacer lo imposible para ganar la batalla a sus competidores. Esos que aparentemente son superiores. El reto es grande, pero la recompensa será eterna.