Feria de goles y la postal digna de un guerrero

Burgnich con un tiro de media distancia, y aun se mueven esas redes, el italiano empato el partido del siglo al 98’, mientras un hombre tenía el hombro fuera de su lugar y aun así jugaba. Bien dicen que recordar es volver a vivir y hoy vuelvo a vivir ese momento que convirtió a Beckenbauer en leyenda, aun lo observo corriendo como guerrero con el brazo amarrado al cuerpo, el drama aún existe en este césped, la emoción y la cara de los presentes que no daban crédito a como un hombre pudo jugar futbol sin un brazo. El nunca abandono a su Alemania, el sin duda es el mejor central/contención, es el mejor de la historia tanto por su magnífica calidad como por ese momento que está grabado en mi mente. Un guerrero que dejo su alma en el campo. Las psicofonías están presentes, los gritos que quedaron grabados dentro de estas paredes se escuchan y hacen recordar el vértigo que se vivía en la prórroga de este partido, el grito de ¡Gol! Cuando Italia al 104’ volvía a tomar la delantera en el marcador y ya lo ganaba 3-2. Qué bello es el futbol, que manera de jugarse el juego del siglo. El alemán Muller, empato el marcador 3-3 al 110’ y ya podía pasar cualquier cosa, pues hoy en día siguen aún estoy emocionado, hoy que les escribo esto siguen el drama latente.