Expectativa
A pesar de todo esto, la selección llegará a la final en Filadelfia, pero eso no es suficiente cuando una confederación es tan accesible. Cuando la propia Femexfut apostó todo por éste campeonato y la consecuente Copa Confederaciones. Habrá que ganarla. La suerte está echada y el riesgo es máximo. Se ha quedado sin excusas el cuerpo técnico.
La combinación de jugadores que se convocaron, los conflictos con la prensa, la prioridad que se le ha dado a las relaciones públicas, la falta de autocrítica y autoevaluación, y claro, la carencia de victorias así como el rechazo a cualquier observación negativa, han hecho de la dirección de selecciones y del técnico nacional un objetivo perfecto para cargar con la responsabilidad total de lo que resulte. Tomando en cuenta lo realizado en Copa América, no hay duda que se lleva a la mejor selección, al peor torneo. Se ha apostado el resto.
