New Orleans Saints.
Récord: 3-4.

DREW BREESCurioso caso el de los Santos. Su ofensiva consume yardas de forma brutal (445.3 de promedio) ubicándose como la segunda mejor, pero su defensa permite casi la misma cantidad (390) y está en el penúltimo lugar de la liga. Si bien el problema reside en esa bipolaridad, hay otros factores que tienen a Nueva Orleans como un equipo inconsistente.
Una de las principales razones de por qué los Santos ya no son ese equipo dominante viene desde la negociación del contrato multimillonario de Drew Brees en el 2012. El tope salarial que ello significó, se ha traducido en la salida de jugadores importantes como el guardia Carl Nicks o recientemente Darren Sproles, traducción: menor protección para el QB y poco juego terrestre.
Las últimas dos temporadas hemos visto a Drees más apurado y recibir más castigo que en antaño. Sumado a ello, su mejor arma, Jimmy Graham, tiende a perderse juegos por lesión.
Este año, la salida del receptor Lance Moore parece no haberles afectado del todo, no así la del safety Jairius Byrd. Decíamos que la defensa de Saints se ubica entre las peores, y parte de ello se debe a las yardas que permiten por aire (289.3), aunque también han demostrado debilidades contra el juego terrestre. En una división donde compites contra la optativa de Cam Newton y el juego vertical de Matt Ryan, esos son problemas.
Ahora, sabemos que Rob Ryan es buen coordinador defensivo y hay talento para que Santos mejore, pero la gran cuestión que tienen que resolver como conjunto es aprender a ganar fuera del Superdome. Los Santos de locales son totalmente diferentes a los Santos visitantes. Si no comienzan por ahí, pueden ya ir pensando en la siguiente temporada. Aunque con una división tan mediocre y tres juegos consecutivos en casa durante noviembre, sus opciones de ganar el título divisional aún son muy buenas.