Tras un par de emocionantes victorias en semanas consecutivas sobre LA Chargers y Pittsburgh Steelers, respectivamente, comienzan a surgir las preguntas: ¿Puede Denver Broncos extender esa racha? ¿Es momentum o están para más? Y la que nos concierne: ¿Pueden ser el Caballo Negro?
Ganarle a dos buenos contendientes de la AFC sumado a una defensiva que cada domingo se ve mejor, es suficiente para preguntarnos todo eso y dar paso al análisis. Vamos.

DEFENSIVA.

No podemos sino comenzar por la marca de la casa, aquello que los mantiene a la caza del comodín y es sin duda su mayor virtud: la defensiva.
Es interesante que en la frialdad de los números pareciera no haber mucho a destacar. Son los vigésimo cuartos contra la carrera (123 yardas promedio); mismo caso contra el pase (266 yardas) y treceavos en puntos permitidos (22.9). Sin embargo, en el emparrillado han demostrado ser el clásico equipo «bend dont break». Conceden jugadas grandes, pero no dejan que el rival los aplaste, así sean los poderosos Chiefs, quienes les ganaron ambos duelos pero no sin emplearse a fondo.
Destaca por supuesto el front 7, donde Von Miller sigue siendo la referencia. La llegada de Domata Peko les ha dado mucha fuerza contra la carrera y Bradley Chubb es una de las grandes revelaciones en la parte interior.
En el perímetro, si bien no completos, han logrado ser disciplinados y se caracterizan por no permitir gran ganancia de yardas. Claro, podríamos decir que contra Pittsburgh no se vio mucho de eso cuando Juju les corrió una anotación para casi cien yardas, pero a final de cuentas terminaron ganando ese juego con una intercepción. Repito: se doblan, pero no se rompen. Y casi siempre logran limitar la estadística de rivales que suelen acumular grandes números.
Lejos está esta defensiva de la que en el 2015 los llevó a ganar a el Super Bowl. Pero saben jugarle a los grandes y le dan espacio de maniobra al ataque. Y esa fórmula vaya que sigue dando dividendos en la liga actual.

OFENSIVA.

Quizás aquí está la mayor duda respecto a nivel de Broncos. Su ataque es una interesante combinación de experiencia y juventud, pero se han quedado cortos en juegos que pudieron haber ganado o empatado.
Case Keenum no es el QB franquicia que firmó Elway para comandar el ataque esta temporada. No al menos aún. Pero mueve las cadenas, tiene buenas lecturas, y no comete grandes errores. Por el momento eso es suficiente. En otras palabras, está en una situación muy similar a la de la temporada anterior con Vikings: una gran defensiva y un ataque donde se conjugan jóvenes y uno que otro veterano de peso.
En este caso esa plaza es la de Emmanuel Sanders, quien con la salida de Thomas, es la referencia de Keenum para drives claves. En cuanto a las nuevas caras, son Courtland Sutton y Phillip Lindsay, receptor y corredor respectivamente, quienes han dejado una grata impresión y se ven como el futuro de éste ataque. Vaya, muy similares a los Vinkings en su versión 2017, quienes fueron precisamente el caballo negro de la NFC.
La pregunta está, repito, en el alcance Keenum. En el MNF de la Semana 4 hicieron todo lo correcto limitando el gran ataque de Chiefs y con 22 segundos restantes, Keenum voló a Thomas sin marca y enfilado hacia el TD en lo que hubiera significado la victoria. Esos detalles no son de un equipo tumba grandes aunque así lo parezcan actualmente.

VANCE JOSEPH.

¿Recuerdan cuando Vance Joseph estaba en el hot seat? Aunque es muy probable que John Elway siga considerando candidatos para la próxima temporada, Joseph ya demostró que sabe hacer la labor esencial para cualquiera que se diga Head Coach en esta liga: ajustar.
Haciendo uso de toda su experiencia defensiva, Joseph ha priorizado el tacleo efectivo para cubrir las deficiencias del perímetro. ¿Me van a completar pases? Ok, pero no permitamos ganancia. ¿Voy contra en QB elite? Von Miller y diversos biltzes ¿El rival vive y muere por el pass option? eliminemos a su corredor ¿Nos van a hacer más de 500 yardas? Ok, pero que no nos anoten tantos puntos.
Esa ha sido la tónica de los últimos juegos de Denver aunque no siempre se ha traducido en victorias. Lo de Joseph es maximizar su mejor virtud, la defensa, y que el resto del equipono se pegue un tiro en el pie.
Los frutos comienzan a verse y, dependiendo de sus rivales de división, están en una posición donde de extender su racha podrían pelear ese puesto de comodín, pero… ¿caballo negro?

VEREDICTO.

Supongamos que siguen ganando. Con récord actual de 5-6 y terceros en la AFC Oeste, sumando unas cuantas victorias estarían seriamente en la conversación. Sin embargo, el resto de la AFC tiene en Patriots y Chiefs (y podemos agregar si gustan a Texans y Chargers) a equipos que se ven en verdad superiores, línea por línea, a Denver Broncos. En ese sentido, no los veo como el Caballo Negro de la recta final de temporada. Y aun si por alguna loca razón se metieran a playoffs, tampoco creo tengan lo suficiente para llevarse una victoria.