DESCONOCIMIENTO DEL RIVAL:

Ignacio-Ambriz-América-Cruz-Azul-Liga-MX-Apertura-2015

Cuando el ritmo de los conjuntos mexicanos no es factor, lo es el del rival. En 2009 Atlante no clasificó a la liguilla, pasaba por una mala racha en México, y así pudo sobreponerse al Auckland City, que resultó ser un rival muy inferior. Pero no siempre resulta así. Al siguiente año, Pachuca llegó con cierto ritmo a la competencia después de disputar los Cuartos de Final en México, para encontrarse con un Mazembe africano infinitamente superior en el plano físico.

Y es que en México no solo desconocemos al rival, sino que nos sentimos superiores en el papel. Monterrey llegó en 2013 a enfrentar al Raja Casablanca sin haber clasificado, pero sintiéndose mejor que el rival. Y efectivamente, en el trámite lo fueron: controlaron el balón, generaron oportunidades; pero el exceso de confianza no les permitió cerrar el partido, que los de Marruecos sentenciaron con una jugada a balón parado en los tiempos extra.

En la última edición al América le pesaron ambas cosas. Pese a venir con ritmo de juego, desconocían totalmente al rival, y el planteamiento del partido nunca surtió efecto ante un conjunto chino que pocas veces se abrió. Y el complejo de superioridad apareció al final, cuando Quintero perdió aquel balón, y ni él ni sus compañeros hicieron por cortar un contraataque ejecutado con una técnica notable por parte del Guangzhou Evergrande.

Y difícilmente la situación cambiará. No podemos exigir que el mejor equipo dispute el Mundial de Clubes cuando a veces ni siquiera están los mejores en la CONCACAF. E incluso si la gana uno de los mejores equipos, lo más probable es que seis meses después no tenga la misma base, o al menos el mismo entrenador. Y la situación empeora cuando, después de todo este relajo, seguimos pensando que los campeones africanos y asiáticos son un flan.