JACKSONVILLE JAGUARS (1-3)

COLTS JAGS

No muy lejos de los 49ers y su pobre ofensiva, se encuentran los Jacksonville Jaguars, quienes son la segunda peor, anotando un promedio de 15.5 puntos. Y curiosamente, no es lo único que los de Florida comparten con San Francisco, su defensiva terrestre es más que aceptable, permitiendo sólo 83 yardas por juego, pero el problema viene en el promedio de puntos con 26.8 y, naturalmente, en las yardas aéreas con una estadística de 278.5.

A diferencia de Kaepernick, Blake Bortles aún tiene espacio de maniobra, considerando que es un QB de segundo año, pero llama la atención que, por minutos, da destellos y por otros aún comete errores de novato, es decir, muestra poco progreso. No lo clasificaría como bipolar, pero sí le achacaría, por ejemplo, la derrota ante Carolina, ya que tras conducir una buena ofensiva, tuvo un pick six costosísimo que eventualmente fue el juego. Mismo caso, en el duelo ante Dolphins, que si ganaron fue gracias a lo que Miami dejó de hacer y no tanto por méritos propios. El duelo contra Nueva Inglaterra se les “perdona” por obvias razones, no así el de Colts, donde pudieron y debieron salir con la victoria y donde el pateador novato, Jason Myers, se unió a la larga lista de kickers que esta semana defraudaron a su equipo. Jaguars regresó a casa con un 13-16 y dejando varias dudas.

Creo que el principal señalado del mal paso de Jacksonville debe ser Gus Bradley, quien como Head Coach no se puede quejar de que la Gerencia no le armó un buen equipo. La juventud de este grupo sumada a la de Bradley, su fama de motivador y hacedor de jugadores apuntaba a que los Jaguars no tardarían en darse a notar en la liga y hasta ser dominantes en su división, pero todo lo contrario, son uno de los equipos, junto con Cleveland y Filadelfia, que más burlas provoca.

A su favor se podrían mencionar las lesiones de Julius Thomas, Dante Fowler Jr. o Ziggy Hood, llamados a ser factor determinante y hoy sin actividad, pero también ya es tiempo de que Bradley hubiera terminado de desarrollar a jóvenes como Luke Joeckel o disciplinar a otros como Justin Blackmon, cosa que no ha sucedido en ninguno de los dos casos.

Considerando lo que resta de su calendario, que va de mediana dificultad a un par de duelos que no les favorecen, Bradley debería, al menos, finalizar con unos Jaguares consistentes que dejen a un lado su actual etiqueta de malos, de lo contrario podría estar jugándose su futuro.