Una largada caótica

El Gran Premio estuvo plagado de acción en su primera parte. El accidente de Kevin Magnussen en Eau Rouge marcó un antes y un después en la carrera, pero ésta, sin duda, pudo ser entretenida de inicio a fin de no ser por el incidente de la primera curva entre los dos Ferrari y el Red Bull de Max Verstappen.

Verstappen, quien largaba segundo, tuvo una pésima arrancada y Raikkonen aprovechó y le quitó la segunda posición, pero el holandés trató de componer su error y decidió meterse por dentro de la primera curva. Todo parecía en orden, pero ninguno de estos dos pilotos contaba con que Sebastian Vettel entró por fuera de la misma curva, dejando al finlandés en medio de los dos carros, causando una inevitable colisión.  Los tres pudieron terminar la carrera, pero sus posibilidades se anularon en esa primera curva.

Las culpas no cesaron, al estar involucrados los dos Ferrari, todas se fueron hacia el intrépido holandés de Red Bull, pero después de ver las repeticiones es muy claro que Kimi viene en la línea de carrera, Verstappen va por fuera de la pista y muy pegado a Kimi, por tanto estaba completamente justificada su estancia ahí. El problema vino cuando apareció Vettel por fuera, pues Kimi no lo esperaba y, con Verstappen pegado, no tuvo a donde ir.