¿Principal culpable?

1430944732_0El Bayern de Guardiola llegó su compromiso de Barcelona con muchas bajas importantes. Franck Ribery, Arjen Robben y David Alaba, no estuvieron disponibles para este encuentro. Si le sumamos a estas ausencias las de Sebastian Rode y Holger Badstuber, defensas ambos, la tarea de Pep era un crucigrama difícil de resolver.
Tampoco debemos olvidar que su equipo, campeón de la Bundesliga, cayó eliminado en las semifinales de Copa ante el Borussia Dortmund.
Enfrente del Bayern se plantó el Barcelona, el equipo más en forma del momento en el fútbol europeo. Los «bávaros» controlaron como pudieron el partido durante 77 minutos. A partir de ahí, apareció Lionel Messi. Este argentino, al que Guardiola potenció, declinó la balanza a favor de los azulgranas, al marcar dos anotaciones en cinco minutos.
Ya al minuto 90, Neymar sentenció el partido y prácticamente la eliminatoria, anotando el tercer gol.
La osadía de Pep de ir siempre al ataque le salió cara una vez más. El año pasado, el entrenador intentó cazar al Madrid en Munich con un 4-2-4. Por ello, quienes terminaron cazados fueron el propio Guardiola y su equipo, tal y como lo terminó reconociendo el técnico en el libro «Herr Pep» de Marti Perarnau.
Pep es un gran entrenador, pero no aprendió la lección.