(Photo by Hector Vivas/Getty Images)

México volvió a encontrar su tope futbolístico en los octavos de final de una Copa del Mundo, cayendo eliminados por Brasil en un duelo que, a mi criterio, dejó mucho que desear, en especial de parte del equipo dirigido por Osorio, del cual esperaba más.

Después de haber reflexionado bien lo visto, este es mi análisis de las razones que impidieron la hazaña de derrotar al pentacampeón.

Perdieron intensidad

La primer medio hora de juego me dejó muy satisfecho, el equipo mexicano lucía fuerte, sólido en mediacancha y con un Rafael Márquez crecido por el entorno, controlando a Brasil y haciéndolo ver, por momentos, perdido y sin ideas. El problema es que México no pudo sostener su nivel emocional y físico, comenzó a dejar de tener la pelota, el rival tomó confianza y Ochoa fue factor para que no se fueran al descanso en desventaja.

Lo mismo pasó en los duelos ante Alemania y Corea, ya que no olvidemos que por ciertos lapsos de partido el equipo dejó de ser intenso y los rivales no le sacaron los puntos entre el milagro y las manos salvadoras del meta.

No elaboran en conjunto

He escuchado analistas que dicen que Brasil superaba por mucho a México en cuanto a talento, y yo no me atrevería a decir «por mucho», al contrario, el TRI tenía sus cartas para competirle a los golpes, y lo hizo, el asunto es que los brasileños tenían muy claro su papel y lo supieron llevar a cabo, desbordando en tres cuartos de cancha y encontrándose como habitualmente lo hacen, cosa que los de Osorio no supieron y lucieron predecibles y desconectados.

La cosa es que el contragolpe no puede ser tu único recurso, y eso se notó mucho cuando por fin tuvieron el control del balón gracias a que Brasil se echó atrás, y realmente la elaboración de jugadas colectivas fue muy endeble y estéril, el equipo mexicano no sabe construir en conjunto.

Defensiva endeble

Ya sé que es el mal habitual de esta Selección desde hace… ¿10-12 años? Es increíble que se vaya en contra de todas las leyes del futbol y se arme un equipo de adelante para atrás, y peor aún, cuando tu principal estrategia se basa en aguantar y hacer daño con latigazos. Pero teniendo a Brasil enfrente, no se podía idear otra manera, y al final, esta debilidad fue vital para la derrota.

Independientemente del partido de hoy, me parece de primaria el saber que si tu principal debilidad es la primera línea, la premisa debería ser tener el control del balón sacando provecho de la técnica de tu mediocampo, digo, México tiene técnica, no estamos hablando de la Selección de Suecia que predomina lo físico sobre el buen trato de la pelota, al contrario, pero aún así se prefería jugar al mil por hora y hacer transiciones rápidas, pero en fin, Osorio prefirió que su equipo se hiciera notar por ser peligroso a la contra y no por tratar bien la pelota, ahora se regresa a casa.