Se llevó a cabo Royal Rumble 2018 con resultados muy favorables para los fanáticos de la lucha libre; aunque no hubo batallas que escribieran historia, sí hubo resultados trascendentales.

Sorprende que WWE haya escuchado al público de todo el mundo y no se haya encerrado en su propia mente. ¿Qué los habrá motivado a cambiar de opinión?

¿Acaso fue la casi unánime respuesta positiva que tuvo la última edición de Wrestle Kingdom; será que, después de dos décadas, vieron en NJPW un rival digno de temer?

Cualquiera que sea la respuesta, la empresa ha demostrado que, tomando las decisiones correctas, todavía puede ser el epicentro de la lucha libre mundial.

Royal Rumble 2018 nos da la batalla soñada

Se cumplió el sueño guajiro de este redactor y de muchísimos fanáticos alrededor del globo: Shinsuke Nakamura se llevó la batalla real. Eso justificó todo el pago por evento; lo demás son meros añadidos (con perdón de los seguidores de Ronda Rousey).

Todavía no terminaba de festejar Nakamura, y de inmediato le preguntaron al nipón quién iba ser su rival; su respuesta fue clara y directa: AJ Styles, el veredicto que todos querían escuchar.

Shinsuke Nakamura es el onceavo gladiador en la historia que consigue ganar una batalla real siendo uno de los 15 primeros en entrar al cuadrilátero, ingresó con el número 14.

Su participación fue algo somera, no tuvo grandes momentos protagónicos, todo brilló en los pasajes finales donde pudimos ver un claro mensaje por parte de los escritores.
¿Fue una clara la indirecta de NJPW vs WWE?

Los últimos cuatro gladiadores en el Royal Rumble 2018 fueron: Shinsuke Nakamura, Finn Bálor, Roman Reigns y John Cena, ¿así o más clara la indirecta? Dos ex-figuras de NJPW contra dos estrellas de WWE.

En ese momento la tensión estaba al máximo, ¿repetiría la empresa aquellos bochornosos momentos de 2014 con Batista y 2015 con Roman Reigns o finalmente escucharía la voz de los aficionados?

A juicio de este redactor, la caída de Finn Bálor a manos de John Cena significó el presagio de la victoria de Shinsuke Nakamura, pues un triunfo tanto de Roman Reigns como del rapero mayor habría sido una descarada burla a todos.

Afortunadamente no fue así y WWE se ha vuelto a poner en el bolsillo a muchísimos fanáticos (incluyéndome), pues Royal Rumble 2018 abre las puertas a una batalla de proporciones reservadas.

¿Por qué es destacado el duelo: Nakamura vs Styles?

En primer lugar, estamos hablando de dos estandartes actuales de la lucha libre mundial. Cada uno posee méritos que los colocan en la élite del pancracio.

AJ Styles es uno de los pocos luchadores que ha sido campeón en las principales empresas del mundo: PWG, TNA, NJPW y WWE, volviéndose uno de los más grandes protagonistas de los últimos años.

Añado también que fue líder del Bullet Club en cuya era se apoderaron de todos los cinturones de la NJPW, haciendo que la partida de Prince Devitt no se adoleciera tanto.

Por su parte, Shinsuke Nakamura, aunque su carrera se hizo mayoritariamente en Japón, se volvió popular por su incursión en las Artes Marciales Mixtas con relativo éxito.

Digo relativo porque al menos le fue mucho mejor que a CM Punk, quien, después de perder contra Mickey Gall, se desvaneció para siempre y no ha salido desde entonces.

Nakamura, a pesar de debutar con una derrota ante Daniel Gracie, siguió adelante hasta volverse el Rey del Strong Style. Paulatinamente se fue ganando el respeto de muchos por su garra en ambas tarimas.

Sus habilidades le permitieron ser el poseedor más joven de la historia del IWGP Heavyweight Championship, amparado con una carrera en las artes marciales mixtas que certificaban su presencia en el ring.

Ambos gladiadores sólo se enfrentaron una vez mano a mano en 2016, en Wrestle Kingdom 10, por el Campeonato Intercontinental IWGP. La batalla rasguñó las cinco estrellas, le dieron 4.75, y se convirtió en un clásico.

Veinte días después de aquella batalla, AJ Styles debutó en WWE; un mes después, Nakamura hizo lo mismo en NXT.

Lo primero que vino en la mente de los fanáticos fue: ¿cuándo se enfrentarán de nuevo? Finalmente lo sabemos: domingo, 8 de abril de 2018, fecha en que se lleve a cabo la 34 edición de Wrestlemania.

¿Qué se rescata de la Batalla Femenina?

Permítanme sugerir cinco puntos de la Batalla Real de amazonas, pues tuvo sus contrastes; no todo fue malo, así que analicemos.

En primer lugar, aplaudo que hayan puesto en Royal Rumble 2018 la batalla femenil como la última en el cartel; le dieron la importancia que merecía, costumbre no muy común en otras empresas.

Hubo entradas que no aportaron gran cosa, como la aparición de Vicky Guerrero, quien una vez más fue puesta en ridículo. Una pena, pues la esposa de Eddie Guerrero merecería más respeto.

La incursión de añejas gladiadoras como Torrie Wilson, Michelle McCool y Kelly Kelly, recordaron lo nefasta que llegó a ser la división femenil. Caso aparte fue la reaparición de Lita, Trish Stratus y Beth Phoenix.

La victoria de Asuka fue acertada pues le dio congruencia a su personaje; ganó prácticamente sola la Serie de los Sobrevivientes y ahora se lleva la Batalla Real. Ojalá que la llegada de Ronda Rousey no eclipse su victoria.

Una pena que el triunfo de la nipona se haya dado con un movimiento completamente fallido. Las patadas que le dieron la victoria a Asuka ni siquiera conectaron a la gemela. Tal vez el guión decía que la gemela Bella salía por encima de la tercera cuerda por medio de las pinzas de Asuka, lo que no ocurrió.