1.Gran Premio de 1990

Ayrton Senna celebraba su carrera número 100, pero en calificación no tuvo su mejor desempeño y quedó detrás de Berger, su nuevo compañero de equipo, y de Patrese, arrancando desde la tercera plaza. Alain Prost, ahora en Ferrari, debía salir desde el décimo tercer lugar  y su compañero, Mansell, desde el cuarto.

En carrera, Senna se fue al frente con un McLaren ampliamente superior y con una estrategia muy arriesgada, pues no planeaba detenerse en los pits. Prost, por su parte, comenzaba su remontada y demostraba su maestría rebasando carros con mucha destreza para colocarse entre los primeros lugares. A pocas vueltas del final, Prost se puso a tiro de Senna, en busca del liderato del Gran Premio. Como era de esperarse, las llantas de Senna no aguantaron y en la vuelta 60, Prost rebasó al brasileño, quien se retiró por una ponchadura tres giros más tarde, y ganó por segunda y última vez en México, pese a salir en la parte trasera del pelotón.

La nota de ese GP la dio el inglés Nigel Mansell, quien, a pocas vueltas del final, hizo el rebase más memorable en la historia del AHR, al superar al McLaren de Gerhard Berger por fuera en «la curva de la muerte» (la mítica curva Peraltada) y colarse en el segundo lugar para hacer el 1-2 de Ferrari.