3. Antonio Carlos Santos

Anotnio-Carlos-SantosPara el final de la década de los años ochenta, llegó un jovencito de nombre Antonio Carlos Santos, mediocampista brasileiro que dio cátedra en las canchas de la Liga Mexicana, tenía un manejo de pelota excelso, aderezado con la gambeta amazónica, capaz de despachar a más un rival a la vez y por si fuera poco, también contaba con una escopeta tremenda en esa pierna zurda, que dejaba a los arqueros sin oportunidad en los disparos de media distancia, sin dudar, era el orquestador perfecto; fue artífice de los títulos del Ame en las campañas 1987-88 y 1988-89. Durante esa época, todo el fútbol debía pasar por la humanidad del negro, como le decían de cariño. Con su carisma y alegría, se convirtió en uno de los favoritos de la afición americanista, todo un fuera de serie que dejó huella en el fútbol mexicano con una larga carrera, pero que dejó la sensación de ser infravalorado en su propio país. Éste fue uno de los últimos ídolos de la era dorada americanista y al cuál, es imposible recordarlo sin sonreír.