Antonio Ramiro Romo

¡Run Forest, run!

La historia de todas las temporadas con Romo. Nadie pone en tela de jucio, que el tipo tiene un talento bárbaro para estar a la altura de los QB´s elite de la liga, pero sus decisiones en momentos difíciles, lo han puesto en acecho de propios y extraños.

Señores, no hay ser en el mundo que esté más agradecido con la buena salud y racha de DeMarco Murray que Ramiro, el protagonismo y la losa con la que cargaba, era más pesada que la que cargó Juan José de los Reyes Martínez Amaro «El Pipila» en la alhondiga de granaditas, Guanajuato, por el año de 1810 cuando se armó de valor, se puso una losa de piedra encima, tomó una antorcha e incendió la puerta de dicha alhondiga… Perdón, me fui.

Regresémos. El punto a analizar es el siguiente: ¿Confiar o no en el marical de campo con «raices mexicanas»?

Lectores conocedores, he de confesar lo siguiente: ¡In Romo I Trust!. Sé que es como la selección mexicana, el «ya merito», pero confío plenamente en que esta ocasión, la historia será distinta. Con una ofensiva balanceada entre carreras y pases, Ramiro tiene las herramientas y armas necesarias para ser campeón de su división. Dije campeón de su división, eh. Obviamente las ofensivas ganan partidos, pero las defensas campeonatos. Fielmente, espero que por el bien de la comunidad Vaquera, Romo tenga la satisfacción de ganar al menos un partido de playoffs. Y si ésto no pasa, me dejo de llamar Adalberto (ojalá y pudiera).