Stomping Grounds de WWE se llevó a cabo sin haber vendido todos los boletos, en alto contraste con el próximo pago por evento de All Elite Wrestle: All Out, que agotó sus entradas en 15 minutos.

Todo parecía ser un nuevo fracaso para la gigante del entretenimiento deportivo, el segundo consecutivo después de lo ocurrido en Super Showdown; sin embargo, como por arte de magia, tanto RAW como SmackDown! previo al pago por evento sorprendieron a todos.

De repente vimos segmentos interesantes, resurgimiento de gladiadores previamente enterrados y una dinámica que no se había visto desde por lo menos hace año y medio o incluso más. Era una clara respuesta a las circunstancias adversas por las que atraviesa la empresa.

Stomping Grounds es el evento menos vendido en la historia de WWE

Pero aun con esas inesperadas mejoras en ambos shows, Stomping Grounds no fue capaz de generar mayor expectativa en los asistentes al grado que es el pago por evento menos vendido en toda la historia de WWE al no superar la barrera de las 10 mil contrataciones.

No era para menos, Stomping Grounds presentó un cartel muy mediano, con los campeonatos más importantes de la compañía en juego en combates que no prometían gran cosa: Kofi Kingston contra Dolph Ziggler en una lucha en jaula no auguraba nada y el combate de Seth Rollins ante Baron Corbin rasguñaba la burla.

Sin embargo, algo muy curioso ocurrió: aunque la cartelera no tenía alguna lucha que prometiera momentos históricos, pareciera que los creativos lograron sacarle agua a las piedras; varias batallas de la noche ofrecieron cosas muy interesantes, muy rescatables. Vayamos a las pruebas.

¿En qué destacó Stomping Grounds?

El combate entre Becky Lynch y Lacey Evans fue una lucha súper aguerrida que por momentos acarició los linderos del strong style, con dos gladiadores destruyéndose a puño limpio encima del cuadrilátero.

Desgraciadamente la técnica quedó en segundo plano, pero dicha carencia fue subsanada con un enorme empuje por parte de ambas al grado de que esta pelea tuvo un final por mucho superior al visto en Wrestlemania (cuyo desastre fue de tal magnitud que no costó mucho trabajo superarlo).

Luego vino la batalla de parejas entre The New Day (Xavier Woods y Big E) contra Kevin Owens y Sami Zayn, una excelente muestra de dinamismo y acción continua que no dejó indiferente a nadie. New Day ya llevaba una interesante racha de buenas peleas tanto en pagos por evento como en capítulos de SmackDown!, y en esta ocasión no defraudaron.

Lo interesante es que, pese a su excelente rendimiento arriba del ring, la victoria se la llevaron Owens y Zayn, en una batalla que combinó los mejores ingredientes que puede tener un combate: movimientos contundentes, un factor impredecible y un final sorpresivo.

Ricochet le da valor al Campeonato de Estados Unidos

Después de dos buenas luchas seguidas, vino entonces una batalla que sí prometía buenas cosas: Samoa Joe contra Ricochet por el Campeonato de Estados Unidos. Hacía muchísimo tiempo que un midcard title no era disputado con tal enjundia.

El Campeonato de Estados Unidos pasó de una lucha de escasos 30 segundos en Wrestlemania a un increíble combate donde Ricochet se consagró con su primer campeonato en WWE, situación que agradó a todos los fanáticos.

En este momento Stomping Grounds ya era toda una novedad. Cuatro buenas luchas al hilo, algo que nadie habría imaginado. Heavy Machinery tenía una gran responsabilidad al enfrentar a los campeones de pareja: Daniel Bryan y Rowan en un interesante combate donde se difuminó por completo la dicotomía rudo contra técnico.

El público vitoreaba a ambos; a veces se iban con Bryan, a veces aplaudían la gran lucha daban los Heavy Machinery. El final pudo ser un poco abrupto pero, gracias al desarrollo del combate, el reinado de los campeones se afianzó todavía más.

Aunque hubo momentos rescatables entre el resto del cartel, el último momento destacado ocurrió en la pelea estelar, donde Becky Lynch entró a defender a su novio: Seth Rollins, en una lucha donde Baron Corbin y Lacey Evans jugaron a la perfección su papel de rudos.

Aunque tuvo altibajos, las sorpresivamente entretenidas luchas de Stomping Grounds lo colocan como el mejor pago por evento que ha tenido WWE en lo que va del año. Quizá sea el primer paso hacia la reconversión demostrando que su carta más importante (Triple H) todavía está lejos de ser usada.